Hebreos 5, 1 - 14
USTEDES DEBERÍAN SER MAESTROS
[11] A propósito de esto tendríamos muchas cosas que decir, pero nos cuesta exponerlas, porque se han vuelto lentos para comprender. [12] Ustedes deberían ser maestros después de tanto tiempo, y en cambio, necesitan que se les vuelvan a enseñar los primeros elementos de las enseñanzas de Dios. Necesitan leche y no alimento sólido. [13] El que se queda con la leche no entiende todavía el lenguaje de la vida en santidad, no es más que un niño pequeño. [14] A los adultos se les da el alimento sólido, pues han adquirido la sensibilidad interior y son capaces de distinguir lo bueno y lo malo.
[7] Este fue su sacrificio, con grandes clamores y lágrimas. En la Biblia estos términos designan la oración ferviente de los hijos de Dios oprimidos; gritan tan fuerte al Señor que él los escucha. Y así, en la víspera de su muerte, Jesús se identificó con todos los que sufren y que no quieren morir.
[11] Ustedes deberían ser maestros. Hay diferentes etapas en el desarrollo de la fe. No se puede volver a dar los primeros pasos. Formar parte de la Iglesia durante años, sin que progresen nuestra fe y nuestra experiencia de Dios, es envejecer y hacerse incapaz de progresar.
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