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LOS ANTEPASADOS DE JESÚS
[1] Libro de los orígenes de Jesucristo, hijo de David e hijo de Abrahán. [2] Abrahán fue padre de Isaac, y éste de Jacob. Jacob fue padre de Judá y de sus hermanos. [3] De la unión de Judá y de Tamar nacieron Farés y Zera. Farés fue padre de Esrón y Esrón de Aram. [4] Aram fue padre de Aminadab, éste de Naasón y Naasón de Salmón. [5] Salmón fue padre de Booz y Rahab su madre. Booz fue padre de Obed y Rut su madre. Obed fue padre de Jesé. [6] Jesé fue padre del rey David. David fue padre de Salomón y su madre la que había sido la esposa de Urías. [7]Salomón fue padre de Roboam, que fue padre de Abías. Luego vienen los reyes Asá, [8] Josafat, Joram, Ocías, [9] Joatán, Ajaz, Ezequías, [10] Manasés, Amón y Josías. [11] Josías fue padre de Jeconías y de sus hermanos, en tiempos de la deportación a Babilonia. [12] Después de la deportación a Babilonia, Jeconías fue padre de Salatiel y éste de Zorobabel. [13] Zorobabel fue padre de Abiud, Abiud de Eliacim y Eliacim de Azor. [14] Azor fue padre de Sadoc, Sadoc de Aquim y éste de Eliud. [15] Eliud fue padre de Eleazar, Eleazar de Matán y éste de Jacob. [16]Jacob fue padre de José, esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. [17] De modo que fueron catorce las generaciones desde Abrahán a David; otras catorce desde David hasta la deportación a Babilonia, y catorce más desde esta deportación hasta el nacimiento de Cristo.
JESÚS NACE DE UNA MADRE VIRGEN (Lc 1,27)

[18] Este fue el principio de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José; pero antes de que vivieran juntos, quedó embarazada por obra del Espíritu Santo. [19] Su esposo, José, pensó despedirla, pero como era un hombre bueno, quiso actuar discretamente para no difamarla. [20] Mientras lo estaba pensando, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, descendiente de David, no tengas miedo de llevarte a María, tu esposa, a tu casa; si bien está esperando por obra del Espíritu Santo, [21] tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». [22] Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta: [23] La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa: Dios-con-nosotros. [24]Cuando José se despertó, hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado y tomó consigo a su esposa. [25] Y sin que hubieran tenido relaciones, dio a luz un hijo, al que puso por nombre Jesús.
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[1] Muchos libros de la Biblia se esmeran en demostrar que los acontecimientos o los personajes de que hablan se arraigan en la historia anterior, pues toda la Biblia saca su fuerza de una continuidad de la historia y de la fidelidad de Dios a sus promesas. Es el sentido de esta «genealogía» o lista de antepasados. Mateo prefiere decir, como los otros libros de la Biblia: libro de los orígenes. Esta lista contiene 42 nombres, ordenados en tres series de catorce, cifra simbólica; no es una lista completa. Jesús es hijo de Abraham, padre de los creyentes, a quien Dios prometió que todas las naciones se reunirían en torno a su raza. Jesús es también hijo de David, como debía de ser el Salvador prometido a Israel. La primera serie de nombres están en Rut 4,18. Los de la segunda, que son los reyes hijos de David, son recordados en el Libro de los Reyes. La Biblia no dice nada de los descendientes de Zorobabel (Esdras 3 y 4).El v.16 precisa que José sólo fue padre adoptivo de Jesús. Pero esto era suficiente para que Jesús fuera considerado, como José, hijo de David. Cuatro mujeres se nombran, Tamar (Gén 38), que dio todo para no perder las bendiciones divinas. Rahab, una prostituta extranjera que la Biblia elogia (Jos 2). Rut, otra extranjera de vida ejemplar. La viuda de Urías, la bella Betsabé, que compartió el pecado de David. Todo esto nos anuncia discretamente al que vino a salvar a los pecadores y para abrir el reino de Israel a las muchedumbres venidas de los demás pueblos. El Salvador es la flor y el fruto de nuestra tierra así como de la raza elegida (Is 45,8). Dios había educado pacientemente a su pueblo; la conciencia colectiva y la experiencia religiosa habían alcanzado una madurez suficiente para que la venida y la predicación de Jesús tomara su pleno sentido y tuviera valor para la humanidad de todos los tiempos. Jesús se arraiga en la humanidad al cabo de siglos de una historia marcada por el pecado y también por la esperanza. Entendamos que todos somos solidarios de Cristo por la sangre, antes de serlo por la fe. La historia de nuestro tiempo, tanto como la vida de nuestras familias, prepara la segunda venida de Cristo. Otra genealogía de Jesús que encontramos en Lucas 3,23, destacará la solidaridad de Jesús con la raza humana entera.


[18] Ya se notó la precisión aportada por el versículo 16: Jesús no es hijo de José. El párrafo que ahora empieza quiere recordar que Jesús es a la vez el descendiente legítimo de David, gracias a José, y el Hijo de Dios concebido por obra del Espíritu santo por una madre virgen. «Frases escuetas, casi tímidas, no osan deshojar el misterio de María, la mujer Virgen a través de la cual la vida de la tierra sube hasta Dios para ofrecerse como un obsequio. Un enviado atraviesa la noche y dialoga con palabras calladas. Sugerencia de un mundo abierto a presencias activas de Dios. »En cuanto a la virginidad de María, ver Lc 1,26.María estaba comprometida. En el pueblo judío esta situación daba ya los derechos de la vida conyugal, solamente que la mujer seguía viviendo en casa de su padre y bajo su autoridad. La sociedad judía era tremendamente machista. Toda mujer debía pertenecer a un hombre, ya fuera su padre, su esposo, o su hijo, en caso de que fuera viuda. María ya es esposa de José, pero él no tiene autoridad sobre ella hasta que la reciba en su casa (vs. 20 y 24).La virginidad de María iba contra toda la mentalidad judía, que ponía en primer plano la fecundidad. Para José, sin embargo, aceptar esta situación no era cosa descabellada. Pues en esa época, entre los judíos, algunos del partido de los Esenios vivían el celibato como monjes. José pensó despedirla. El Evangelio no precisa por qué lo hacía, ni si María lo había puesto al corriente de lo sucedido. En todo caso es difícil imaginar a José dudando de la fidelidad de María; ni ella ni él eran de ese tipo de personas que pueden traicionar, y él lo sabía. En el Evangelio la intervención del ángel no es para tranquilizar a José sino para informarle de cuál es el papel que le corresponde en el plan de Dios: le pondrás el nombre..., y lo llamarás Jesús y lo recibirás como tu hijo. José era descendiente legítimo de David. Es muy probable que María no perteneciera a la tribu de Judá, que era la de David, sino que, al igual que su prima Isabel, haya pertenecido a una familia de sacerdotes de la tribu de Leví. Lo llamarás Jesús. Jesús es la forma castellana de Jeshuá, nombre que significa Salvador. Este era un nombre bastante común entre los judíos, y ya lo llevaba aquel al que nombramos Josué. Ese nombre anticipaba lo que sería el niño. Mateo cita una profecía de Isaías (Is 7,14) para confirmar que Jesús es a la vez el descendiente de David y la presencia de Dios en la tierra, Emmanuel, Dios-con-nosotros. Es una manera de recordar el misterio que entraña su persona. Jesús, que nace de María en el tiempo, es el propio Hijo Unico del Padre, nacido de Dios desde la eternidad; no hay lugar para dos padres. Es así como la paternidad adoptiva de José encubre y protege un misterio

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